Es el nuevo bar de fine drinking que está debajo del restaurante Lorea, del chef Oswaldo Oliva. Algo que los hace únicos es que el equipo de cocineros se comparte en ambos espacios, por lo que en la barra ellos tienen la libertad de proponer y ‘cocinar’ sus propios drinks.
Así, mientras disfrutas de su listening room que tiene por centro una consola con una repisa llena de viniles, pruedes probar tragos elaborados con ingredientes estacionales, producto de un laboratorio creativo en constante movimiento. Prueba sus palomitas y su versión de sándwich cubano.

